Dr Eugenio Zaffaroni en el Salón de Actos del Instituto Balseiro |
El Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación visitó Bariloche como parte de los actos de la “Semana dedicada a la Memoria por la Verdad y la Justicia”. Su presencia se debió a un invitación para dictar una conferencia en el ciclo “Coloquio de los Viernes” del Instituto Balseiro. Por resolución del Consejo Académico del Instituto, todos los años una de las charlas de este ciclo “debe dedicarse a la exposición y debate sobre la cultura, la democracia, la justicia y los derechos humanos y esta conferencia deberá dictarse en el viernes más próximo al 24 de marzo, Día Nacional de la Memoria”.
La presencia del Dr. Zaffaroni despertó muchas expectativas reflejadas en los diarios y portales de noticias. Sin embargo, muy poco se dijo allí sobre la disertación en sí; más bien los periodistas apuntaron a los cruces verbales con el candidato presidencial del Frente Renovador y a las posibilidades que existen de que el anteproyecto de reforma del Código Penal se convierta en Ley. Si no fuera por Radio Nacional Bariloche (LRA30), que trasmitió en vivo la conferencia, los ciudadanos de Bariloche podrían creer que el Dr. Zaffaroni vino a explicar en qué consiste la reforma del Código Penal y a defender el trabajo de la comisión multipartidaria redactora del anteproyecto. Cabe aclarar que esta charla en el Instituto Balseiro fue programada con mucha anticipación, antes de que se hable del mentado anteproyecto. Sería imposible de otra forma dada la categoría del invitado.
Entonces me ha parecido que podríamos aquí contar un poco de qué habló Zaffaroni. También poner a disposición de los lectores la transcripción de la charla a la que pueden acceder con un click aquí: "Genocidio y Pena". Advirtiendo, eso sí, que el texto transcrito no fue revisado por el conferencista y, por lo tanto, la puntuación, separación en párrafos, etc. es de mi exclusiva responsabilidad. Afortunadamente, los que así lo deseen, pueden acompañar la lectura del texto con el audio que está disponible en la página de Radio Nacional: http://www.nacionalbariloche.com.ar/?p=5667
Bueno, aquí presento un rápido repaso de algunos de los temas que se abordaron y sobre los que me parece interesante reflexionar.
La pregunta básica es ¿Qué es el genocidio? Se necesita una definición y uno tiene la impresión que no hay unanimidad. En los juicios a los represores de la última dictadura en Argentina, algunos tribunales acusan “en el marco de un genocidio” pero otros, no. Nos contó Zaffaroni que el concepto surgió de la segunda guerra mundial, inspirado en la masacre de judíos por la Alemania nazi. Definición acotada, que deja de lado a los genocidios de la Europa colonialista, por ejemplo.
Si el genocidio es un delito habrá que buscar en el campo de la criminología. Sin embargo, aunque los genocidios son tema de estudio de historiadores y antropólogos, los criminólogos no los estudian. Aquí nuestro disertante se interna, profundiza sobre el delito. En la historia de la humanidad no hay ninguna conducta que fuera considerada delito en todos los casos en que se produjo. Es que el delito está determinado por la ley (sin ley no hay delito) y la ley es un hecho político, por lo tanto diferente en cada contexto histórico y geopolítico.
En un genocidio se trata siempre de homicidios cometidos por el Estado. Pero ¿quién es el ejecutor directo? La policía, siempre (o las fuerzas armadas actuando como policía): una policía a la que se le asigna el control de un territorio. Esta parte de la charla para mí fue muy interesante, nunca había pensado en estas cosas. La relación entre la colonización entendida como apropiación de un territorio extranjero, contando con una policía de ocupación territorial, y un gran campo de concentración (todo el territorio colonizado). Policía que controla a las personas que son consideradas distintas y racialmente inferiores. Feos, sucios y, por lo tanto, malos. Los colonialistas, humanos más evolucionados, tienen el derecho (casi el deber) de conducir a los colonizados para que trabajen mucho y bien (el “trabajo libera” se lee en un cartel en el acceso a Auschwitz). La policía como la conocemos nace en las colonias. Luego, con la revolución industrial, aparecen masas agrícolas abarrotando las ciudades y entonces se copia el sistema. En el caso británico se crea Scotland Yard en 1830. Qué casualidad, los pobres son biológicamente parecidos a los colonizados.
Si el genocidio es un delito, el culpable es el Estado (que da las órdenes a la policía). Entonces ¿quién impone la pena? He aquí el dilema para la criminología. Un Estado que comete genocidio es un Estado que tiene su poder punitivo descontrolado ¿Cómo se llega a este estado de cosas?
En el comienzo hay un conflicto; el conflicto genera angustia, miedo. Entonces se fabrica un enemigo (el chivo expiatorio) y la angustia o el miedo se resuelve matando al enemigo y así es posible contar con la indiferencia de la población.
Se llama genocidio a una “masacre súbita” concretada en un tiempo acotado. También existe la masacre por goteo, como en Méjico donde se registraron 75000 muertos en 5 o 6 años en la “guerra narco”.
Hace 40 años nuestras Fuerzas Armadas asumieron la función de policía. Estuvimos autoocupados por nuestras Fuerzas Armadas. Es otro remezón del colonialismo. A lo largo de la historia hubo colonialismo teocrático, luego otro racista y ahora vivimos la globalización. La globalización impone una sociedad excluyente en correspondencia con un poder punitivo enloquecido y descontrolado. El modelo de sociedad excluyente, si nadie lo interrumpe, tarde o temprano termina en genocidio.
En definitiva lo que me pareció especialmente relevante en esta charla fue la relación entre genocidio y colonialismo expresada en la función policial.
María Teresa Causa
Prometo una próxima entrada con las preguntas del público y las respuestas de Zaffaroni.
Prometo una próxima entrada con las preguntas del público y las respuestas de Zaffaroni.
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