Contacto

Contacto : espaciocartaabiertabariloche@gmail.com

domingo, 26 de agosto de 2012

Comunicado APDH - Delegación Bariloche

Hemos recibido un pedido de divulgación de este documento.  Como Espacio Carta Abierta Bariloche expresamos nuestra adhesión a lo que allí se dice.


La Delegación Bariloche de la APDH expresa su preocupación por el notable divorcio, acentuado en los últimos tiempos, entre un importante sector de la sociedad y la institución que hace a la denominada “Justicia”.

Como organismo defensor de los DDHH y Consultor de Naciones Unidas, constituimos una continua representación ante el Gobierno, tanto para prevenir y denunciar como para proponer y apoyar iniciativas en relación con la plena vigencia de los mismos; señalando siempre al Estado, por ser este quién se obliga a garantizarlos y por lo tanto es el mismo quien puede violarlos.
En la provincia de Río Negro se ha dado una sucesión de hechos trágicos en los cuáles la actuación de la Administración Provincial de la Justicia se encuentra seriamente comprometida y cuestionada. La lista es dolorosamente larga y consecuentemente se percibe en el humor social la decepción y la desconfianza en nuestras Instituciones Gubernamentales.  Aparecen en esta indignante lista casos como Solano, Otoño Uriarte, Garrido, Mauro Velásquez, el trágico 17 junio del 2010, el joven muerto hace pocos días en Bª Unión, la trata de personas instalada desde hace algunos años en el Valle, los jóvenes quemados vivos en comisarías en la línea sur, los peores índices juveniles en drogadicción (según el SEDRONAR) y la situación de emergencia carcelaria entre otros.  Ponderada esta lista por la impunidad de que ha gozado en su totalidad y la escasa voluntad política para combatirla.

En este contexto preocupan las recientes declaraciones de funcionarios de la provincia sobre el mandato político para la nueva gestión, de “no discutir el pasado”.  Si estas declaraciones son tomadas en serio, “no discutir el pasado” implica obstruir la administración de la justicia, que actúa sobre lo hecho y un grave desprecio por la institución de la Memoria , apropiada por nuestra Nación como ejercicio garante de no repetir las violaciones a los Derechos Humanos.

Por lo tanto, como Organismo de D.D.H.H. y Consultor de Naciones Unidas, conforme a nuestra obligación y vocación, reclamamos y exigimos al Estado Provincial que básicamente respete las normas vigentes; que le otorgue recursos y vitalidad al Estado de Derecho y a la Justicia , señalando que solo esta puede traer alivio y alguna reparación sobre las atrocidades en que se encuentran involucradas las Fuerzas de Seguridad Provinciales.  Asimismo señalamos lo peligroso del camino de impunidad que se viene transitando desde hace mucho tiempo, camino constituído por hechos, actitudes y omisiones que compromete a nuestra sociedad toda.


  • Delegación Bariloche 

sábado, 18 de agosto de 2012

Pronunciamiento sobre las explotaciones mineras en Río Negro



Antes de hablar sobre la minería estableceremos nuestro posicionamiento público respecto de algunas cuestiones esenciales. En primer lugar, manifestamos nuestro contundente rechazo a las prácticas del capitalismo salvaje. Prácticas que se traducen en lo que se refiere al manejo de los recursos y del medio ambiente de los países donde opera, en la aplicación de criterios que llevan a una desaprensiva depredación de los mismos. Estas prácticas son guiadas solamente por la búsqueda de ganancias extraordinarias, menospreciando el desarrollo del país y el bienestar de sus habitantes. En nuestro país conocemos muy bien el accionar de estos grupos a lo largo de nuestra historia. 

Asimismo deseamos hacer un reconocimiento explícito de la importancia que tuvo la irrupción de movimientos ecologistas en la contención de la depredación ambiental desde la segunda mitad del siglo XX. Es en este sentido que consideramos absolutamente legítima la participación ciudadana manifestada en acciones de distinto tipo, entre ellas las movilizaciones callejeras. Desde nuestro punto de vista, sobre todo tomamos muy en cuenta las propuestas del ecologismo científico enmarcadas en un contexto político. 

Renovamos también nuestra adhesión al gobierno nacional y popular de Cristina Fernández de Kirchner que fue elegida democráticamente por el 54% de la población. Apoyamos sus políticas de desarrollo y crecimiento económico con énfasis en el fortalecimiento del mercado interno que permite la creación de riquezas y su distribución a toda la sociedad. Para lograr este objetivo se requiere una actuación fuerte y decidida del Estado en todas las actividades económicas. Los gobiernos provinciales deben asegurarse los medios para poder actuar con firmeza en la dirección esperada. 

Habiendo establecido entonces nuestro punto de partida, deseamos compartir con la población nuestras reflexiones sobre algunos problemas que vemos en la provincia de Río Negro. Nuestra provincia presenta grandes deficiencias en su desarrollo. Hay zonas olvidadas, poblaciones aisladas, mucha injusticia y mucha desigualdad. Como barilochenses, pensamos especialmente en la Línea Sur Rionegrina donde las carencias son muchas; entre otras, faltan caminos, electrificación rural, comunicaciones, provisión adecuada de combustibles, atención sanitaria, escuelas, trabajo genuino. 

Indefectiblemente hace falta tomar decisiones para un plan integral de desarrollo de la Línea Sur que contemple las aspiraciones de sus habitantes, que les facilite la vida en sus comunidades, que no los obligue a ir en busca de trabajos, a veces miserables, acrecentando conglomerados urbanos donde arriesgan la pérdida de su dignidad, sus lazos familiares y su modo de vida ancestral. Es indispensable analizar en profundidad la sustentabilidad de la explotación ganadera y la producción lanera. En las condiciones actuales implica la convivencia de enormes latifundios con terrenos mínimos donde el sobre-pastoreo se vuelve indispensable para garantizar la supervivencia. Es urgente que se dispongan los medios para la inmediata aplicación de la Ley Integral del Indígena y de la Ley de Tierras, ambas leyes provinciales, así como las leyes nacionales y tratados internacionales relacionados. Es importante recordar que cuando sistemáticamente no se aplica una ley, es porque hay una decisión política en ese sentido. Esta fue la tónica en los gobiernos anteriores y es imprescindible cambiarla.

Ante este panorama, consideramos importante diversificar la matriz productiva en la provincia y crear fuentes de trabajo alternativas. La concreción de los objetivos señalados requiere inversiones. En este contexto no es posible desconocer que Río Negro es rica en minerales metalíferos y en hidrocarburos. Estamos convencidos de que con una legislación adecuada que hoy ya en buena medida existe, y una fuerte presencia del Estado, la explotación del subsuelo rionegrino puede realizarse en condiciones de seguridad tanto de los trabajadores como de la población. En este sentido el Gobierno Provincial debe seguir los criterios que nos está marcando nuestra Presidenta desde el Gobierno Nacional.

En cuanto a las movilizaciones por el “no a la mina”. Las personas que participan de estas movilizaciones no constituyen un grupo homogéneo y, por lo tanto, creemos que no hay una única postura que represente a todo el conjunto. Sin embargo, las demandas que son tomadas por los medios de comunicación y trascienden a la población en general reflejan una actitud conservacionista a ultranza lo que en definitiva redundaría en la preservación de la situación actual. El eje del reclamo no está puesto en consensuar propuestas con bases reales y de concreción rápida para resolver los problemas de la injusticia, la desigualdad y el abandono de los sectores menos favorecidos de la Provincia. 

La minería metalífera es una actividad legal en esta provincia, en este país y en el mundo. El desarrollo de la humanidad se ha realizado en concordancia con la aparición de minerales metalíferos, desde la prehistoria. Sin embargo, la minería al igual que otras actividades económicas como, por ejemplo, la producción de energía o la producción y el almacenamiento de productos químicos, es una actividad riesgosa. Por lo tanto debe ser realizada por personal experto tomando todas las precauciones necesarias que, por otra parte, han sido estudiadas y son bien conocidas.

En cuanto, por ejemplo, a los requerimientos de energía en la actividad minera, éstos son similares a los de otras industrias. En nuestro país el consumo industrial de energía es solo ligeramente mayor a la demanda del transporte o el consumo domiciliario.

Es cierto que la minería requiere “mucha agua”: unos 300 m3 para producir un kilogramo de oro. Pero, considerando la producción ganadera, cantidades similares de agua se requieren para producir la lana que dos ovejas adultas aportan en toda su vida. La diferencia es que, en el mercado internacional, por un kilogramo de oro se obtiene alrededor de 50.000 dólares mientras que la lana de las dos ovejas se vendería a unos 200 dólares. 

No se trata, sin embargo, de dejar sin agua a los pobladores y a sus animales. Exploraciones recientes -año 2006- han encontrado corrientes subterráneas a gran profundidad en la Línea Sur. La tecnología específica para acceder con seguridad a esta fuente de agua también se conoce. Debería ser aplicada y solventada por las mismas empresas mineras, y puesta eventualmente a disposición de la población en general.

En definitiva, muchos de los cuestionamientos a la actividad minera o no tienen fundamento o pueden ser resueltos con una fuerte presencia del Estado. Estamos convencidos de que el problema está en otro lado y debe ser enunciado claramente: la población desconfía de las grandes empresas mineras. Se las ve como todopoderosas, más fuertes que los estados mismos. 

En este gobierno, nuestra presidenta ha dado sobradas muestras de coraje, inteligencia y decisión para enfrentar a intereses poderosos. ¿Cómo sino hubiese podido terminar con la usura de las AFJP? Y este coraje y la participación de profesionales de primer nivel trabajando para el estado han permitido la incorporación de 2.500.000 nuevos jubilados y la espectacular decisión del establecimiento de la Asignación Universal por Hijo. Nuevos vientos soplan también en este momento en la re estatizada YPF.

En la provincia hay una decisión oficial positiva hacia la minería. Creemos que DEBE EXIGIRSE UNA FUERTE Y RESPONSABLE INTERVENCIÓN DEL ESTADO, debiendo ser de su exclusiva competencia: 
  • Controlar la actividad de modo que se optimice el cuidado ambiental. Revisar las leyes que rigen la actividad del sector, reformularlas si fuera necesario y aplicarlas. 
  • Negociar las regalías de modo que sea beneficioso para el país y también para la región y limitar la exportación de las ganancias.
  • Debe instrumentarse un control cuantitativo preciso del contenido -en diversos minerales- del material extraído. Este análisis debería realizarse en la región, estimulando la formación de técnicos, supervisada por el Estado.
  • Avanzar en la posibilidad de realizar todo el refinamiento del mineral en el país.
  • Tomar en cuenta que la explotación de una mina durará un tiempo acotado. Por lo tanto debe planificarse antes que nada el proyecto de reconversión económica para la zona. Como dijo nuestra presidenta en su discurso del 1º de marzo, deben reinvertirse las utilidades en las comunidades afectadas. Si se procede correctamente se podría mejorar significativamente la calidad de vida en las áreas rurales rionegrinas.
  • Proteger al poblador rural escuchando su voz. El estado debe intermediar en la negociación empresa-poblador dando un lugar preponderante a sus organizaciones: comunidades, cooperativas, comisiones de fomento, etc. 
  • Supervisar las condiciones del trabajo en las minas. Las empresas deben cumplir con toda la legislación laboral vigente en nuestro país.
  • Hacer de la minería una actividad transparente, manteniendo informada a la población sobre los resultados de las negociaciones, los planes para preservar el ambiente y para la remediación y sobre otros tópicos de interés como los resultados de los controles de efluentes de las instalaciones.
El reciente anuncio sobre la creación de una Empresa Estatal Minera en Río Negro es una buena noticia. Pero, debe garantizarse que se dote a esta empresa de los mejores profesionales. Estos profesionales deben sobresalir tanto por sus conocimientos técnicos como por sus compromisos con la provincia, sus pobladores, el país y la región. 

Concluyendo, nos pronunciamos por Si a una minería como actividad seria y responsable produciendo en beneficio de toda la población y por No al negocio espurio y a la depredación salvaje. Solo de este modo, la minería en Río Negro podrá contribuir positivamente a la consolidación de la Independencia Económica, la Soberanía Política y la Justicia Social.

Espacio Carta Abierta Bariloche

viernes, 17 de agosto de 2012

Homenaje a Raimundo Guthmann en el Hospital Zonal de Bariloche


Juan Pablo Guthmann descubriendo la placa en homenaje a su padre.



El 15 de agosto se realizó un homenaje al Dr. Raimundo Guthmann en el Aula Magna del Hospital (ver en este blog la entrada del 8 de junio: “Raimundo Guthmann”). Los expositores resaltaron su compromiso y participación en el Plan de Salud provincial de los años 70’s. Asimismo se colocó una placa recordatoria en el sector de Docencia, elegido por ser la docencia uno de los puntales de ese Plan de Salud. Participaron como expositores el Doctor Víctor Parodi -actualmente director del Hospital-, uno de los hijos de Guthmann –también médico- y el Dr. Antonio Capellari que fuera director del Hospital en los tiempos del Plan de Salud. 

Amigos y colegas presentes en el Homenaje al Dr. Raimundo Guthmann



Dres. V.  Parodi y J. P. Guthmann

El Dr. Víctor Parodi, habló de la participación fundamental que cumplió Raimundo Guthmann en el llamado “Plan de Salud para la provincia de Río Negro”, aportando una visión ideológica hacia la salud pública. 




Juan Pablo Guthmann con el Dr. Antonio Capellari

El doctor Antonio Capellari, quien compartió la dirección del hospital con él, recordó la figura de Guthmann y destacó que trabajó con toda la gente de Bariloche y se ganó un lugar como especialista en Tocoginecología. Llegó a ser muy demandado como médico tanto por la calidad de sus tratamientos como por la calidad de su relación con la gente. Él se ponía en el lugar del otro, dándole la jerarquía que debía tener, instando a tener empatía por el paciente. 





A continuación reproducimos las palabras de su hijo Juan Pablo Guthmann 

Quisiera en primer lugar agradecer, en nombre mío y de mis hermanos Claudio y Michel, a las personas que permitieron rendirle este homenaje a Raimundo Guthmann, nuestro padre. Luciano Matalon y Gregorio Loewe, compañeros de escuela secundaria y amigos de toda la vida, que tuvieron la idea y luego la impulsaron; Dr Luis Caride, que trabajo con él en el hospital a principios de los años 70, quien realizo las gestiones ante las autoridades del hospital; el Dr. Victor Parodi, director del hospital que autorizo y apoyo este proyecto. Quisiera también agradecer a todos los presentes, autoridades, familia, amigos y todos aquellos que conocieron o trabajaron con Raimundo, más conocido como Raym por familiares y amigos.
Es para nosotros muy importante estar presentes en este dia en que se rinde este homenaje. El hecho de que se reconozca el lugar que Raimundo Guthmann ocupo en la vida de Bariloche es para nosotros, sus hijos, algo que nos llena de emoción y de orgullo. El, que llego en 1957 a este pueblo donde todavía no había ningún ginecólogo, que atendió a tantas mujeres y «trajo al mundo » a tantos chicos y chicas que 50 años más tarde lo siguen recordando con tanto cariño, como podemos comprobarlo cada vez que volvemos a Bariloche. Raimundo era una persona modesta, nunca busco ni la fama, ni los honores. Poco antes de morir, yo le pedí que me contara cuales eran para él las etapas más significativas de su vida porque, le conté, pensábamos escribir después de su muerte una pequeña nota recordando quien había sido. « Poca cosa », me contesto. « Poné que fui jefe del servicio de maternidad del hospital y miembro de la junta directiva del Club Andino », me dijo cuando nosotros sabíamos que en realidad había participado en tantas otras cosas. Sin embargo, pensamos que en el fondo el habría estado contento de saber que la comunidad de Bariloche y del hospital se reuniría después de su muerte para recordarlo y reconocer el lugar que ocupó en la historia de esta ciudad.

Me siento también emocionado porque estar aquí en este hospital me llena de recuerdos de infancia. Hace más de 40 años nosotros acompañábamos a nuestro padre en las visitas que él hacía cada domingo por la mañana, en lo que es ahora la parte más antigua de este hospital. En general nos dejaba en la sala de espera donde a veces una mujer ciega que creo que vivía en el hospital y que no se si todavía vive, Honoria se llamaba, se quedaba con nosotros, o donde de vez en cuando venía a saludarnos Balbina, partera si mal no recuerdo. Las visitas duraban a veces media mañana, y después nos íbamos a una de las galerías de la calle Mitre donde nos metíamos en la confitería Gustavo Primero donde nos convidaba con una gaseosa, después de lo cual volvíamos a nuestra casa de Melipal. Creo que el domingo por la tarde era el único momento en que él se desconectaba completamente de su trabajo del hospital y del Sanatorio Cumelen en el barrio Belgrano, donde también trabajaba.

Ejercia su trabajo de médico con gran consciencia profesional, como pudimos comprobarlo también mas tarde en Francia. Siempre tuvo gran dedicación y un gran compromiso con sus pacientes. En esos años de Bariloche, era frecuente que durante la noche lo vinieran a buscar en auto del hospital para atender un parto (en esa época la línea de teléfono todavía no llegaba al barrio Melipal). Recuerdo también algunas veces en que lo vinieron a buscar para atender una paciente en Pilcaniyeu o Ingeniero Jacobaci. Pero no solo fue un médico clínico comprometido con sus pacientes, tenia también una visión de salud publica donde aspectos como el mejor acceso a la atención en salud o la medicina preventiva ocupaban un lugar importante en su reflexión y en su práctica. Fue él quien creó la consulta en contracepción, quien introdujo la detección del cáncer ginecológico y participo en las campañas de la Liga Argentina de Lucha contra el Cancer (Lalcec) en Bariloche. Fue en el año 1974 y fiel con ese compromiso que participo con entusiasmo, junto con muchos otros médicos, en el Plan de Salud de la Provincia de Rio Negro. Nosotros tuvimos oportunidad de conversar con él de aquellos años de grandes ilusiones, con médicos idealistas como él que habían ingresado al hospital por concurso y que habían decidido dedicarse al 100% al trabajo hospitalario. De esa época le habían quedado buenos recuerdos, aunque sobre todo le había quedado una gran amargura por el fracaso de esa experiencia única que, junto con el deterioro de la situación política del país, modificaría definitivamente su destino profesional y personal, como el de toda nuestra familia.

Esos años que van del 74 al 76 son años de gran compromiso profesional y de militancia política, de largas jornadas fuera de casa. Y con el deterioro de la situación política, un ambiente que debía ser cada vez mas angustiante para nuestros padres. A pesar de que ellos hacían todo lo posible para protegernos de esa situación, yo que tenía 14 años en esa época aun guardo recuerdos muy nítidos de ciertas situaciones y de ciertos diálogos que tuvimos con él. Me acuerdo por ejemplo cuando nos conto que lo habían amenazado de muerte, y que nos lo contaba por si algún compañero de colegio nos lo mencionaba, aclarándonos que para él eran solo amenazas pero que no teníamos nada que temer. También recuerdo cuando nos conto que lo habían acusado de esconder armas en el hospital, y después caminando con él en el pueblo, cuando personas que él había atendido durante años le preguntaban sorprendidas si era verdad lo que contaban los diarios. Muchos recordarán también el episodio de las bombas en Bariloche, una de las cuales fue puesta en nuestra casa. De toda esta situación él volvió a hablar con mi hermano Claudio pocos meses antes de morir, recordando el rápido deterioro de las condiciones de trabajo y seguridad en el hospital y que finalmente habían determinado su salida del hospital. Parece que la cosa fue así: ante una agresión de que había sido víctima, los médicos habían decidido protestar y presentar su renuncia en solidaridad con él. El había aceptado a pesar de que temía que las autoridades le tendieran una trampa, y así fue puesto que su renuncia fue la única renuncia aceptada, y así, en la práctica, mi padre fue echado del hospital.

Después del Golpe de Estado, su esposa y compañera de toda la vida, Mariluz Pérez Aguirre, nuestra madre, que era Vice Rectora del Colegio Nacional Ángel Gallardo, fue declarada cesante por la nueva dictadura militar, muy injustamente y simplemente por ser la esposa de ese médico comprometido, y a pesar de haberle dedicado toda su vida a la enseñanza pública. Mariluz tuvo un rol muy importante en la vida de Raimundo y en particular en esos años, un apoyo total y permanente en ese periodo de amenazas y de persecución. Ella fue su fiel respaldo también en las posteriores etapas de su vida, en la adaptación a la nueva vida en Europa y en esa lucha para volver a empezar todo de nuevo y sacar adelante a la familia.

En diciembre de 1976 Raimundo se va de Bariloche y de la Argentina para radicarse en Francia, el país donde había nacido. Hace poco tiempo supimos por alguien de nuestra familia que él no se quería ir, que confiaba en que las cosas mejorarían y que fue finalmente convencido por hermanos y cuñados que decide irse al exilio, apoyado por Mariluz. Es en la ciudad de Grenoble donde la familia se instala, porque es ahí donde Raimundo tiene un amigo que quizás lo ayude a encontrar trabajo, y también porque, según nos conto, piensa que las montañas y los bosques nos recordaran Bariloche y nos ayudaran a adaptarnos. En esa nueva vida que empieza, la primera dificultad es encontrar trabajo. Mariluz se inscribirá en la facultad, obtendrá una licenciatura y luego de algunos años terminara trabajando como profesora de castellano y de literatura en la Universidad de la Tercera Edad. Raimundo, que tiene que revalidar su título de médico, trabajara durante más de un año como técnico de laboratorio. Son largas jornadas donde se levanta a la madrugada para estudiar antes de irse al trabajo. Con el reconocimiento de su titulo y la obtención de la especialidad de geriatra empieza una nueva carrera profesional donde ejercera la medicina general en su consultorio y la geriatría en el hospital de Grenoble y como jefe de una institución para personas de la tercera edad. El nos contaba lo enriquecedor que había sido para él empezar esa nueva vida profesional con tantos nuevos desafíos. Fueron su naturaleza siempre optimista, su vitalidad, su enorme energía para emprender nuevas acciones, su capacidad de involucrarse con pasión en nuevos proyectos , su compromiso con la gente y su capacidad de trabajo y de entrega que le iban a permitir, no sin esfuerzo, abrir nuevos caminos y salir adelante. Serán más de 15 años de grandes satisfacciones personales y profesionales, años también marcados, junto a Mariluz, por una intensa actividad a favor de los derechos humanos, como miembros y militantes de Amnistía Internacional.

Esa actividad militante la seguirán teniendo hasta el final de su vida en Lauris, el pueblo del sur de Francia donde se habían construido una casa en el año 1995, luego de jubilarse. Una casa diseñada por mi hermano Michel, arquitecto, que ellos habían llamado La Querencia y a la cual estaban tan apegados. Sera la última etapa de su vida, la cuarta después de Buenos Aires, Bariloche y Grenoble. Seguirán emprendiendo nuevos proyectos y llevaran una vida social y familiar intensa, disfrutando de la presencia de hijos y nietos, paseos en la montaña con el grupo de caminantes del pueblo, viajes a la Argentina donde habían conservado tantos y tan buenos amigos, y una relación con nuestra familia que a lo largo de los años no se había vuelto menos estrecha. Es en La Querencia que fallecerá Mariluz en diciembre del 2009, un hecho que lo había deprimido mucho pero que él había logrado superar, como había superado tantas otras situaciones adversas. Estaba emprendiendo esa nueva etapa de su vida cuando en diciembre del 2011 le diagnosticaron un cáncer de páncreas avanzado. Cuando salían de la clínica donde acababan de hacerle el diagnostico, es él que le levanto el animo a mi hermano Claudio que lo
acompañaba. « No estés triste », le dijo, « que 82 años no es mala edad para morirse ». Ese fin de año lo pasamos todos juntos en familia en Paris. Queda el recuerdo de esa foto donde él sonríe y brinda por el nuevo año. Luego de ese momento, tuvimos la suerte de poder acompañarlo permanentemente durante esos cuatro meses que duro la enfermedad. Fueron meses intensos, de dialogo e intercambio, donde el siguió intelectualmente tan activo como siempre, siempre interesado en la actualidad política francesa e internacional, leyendo libros y periódicos, ocupándose de su jardín y militando en defensa de los derechos humanos en el mundo hasta el final. El nos contaba que había tenido una vida rica y plena y que no le tenía miedo a la muerte, que consideraba como la última etapa normal de la vida. Siguio pensando ésto hasta el final y enfrento todo éste último periodo con gran entereza y serenidad, hasta el día de su muerte en La Querencia el 10 de mayo de este año.

Días después subimos en familia a la montaña del Luberon, no lejos de La Querencia. Siguiendo sus instrucciones, esparcimos su cenizas, junto con las de Mariluz, en aquel lugar. Ambos habían sido grandes amantes de la naturaleza, miembros del Club Andino Bariloche donde Raimundo había sido miembro de la Comisión directiva y de la Comisión de Auxilio, y uno de los fundadores de la Escuela Juvenil de Montaña, y del que era miembro vitalicio. El pensaba que volver a la tierra era contribuir con el proceso de renovación de la naturaleza. Es en ese bosque hermoso de cedros azules con vista al extenso valle del rio Durance sembrado de viñedos que nos despedimos de ellos por última vez. Es en ese lugar, en ese día soleado de primavera, donde se termina la historia de Raimundo Guthmann. Nos queda el recuerdo de un ser bueno y generoso, de un buen padre, un hombre idealista, comprometido y consecuente.

Juan Pablo Guthman






sábado, 11 de agosto de 2012

Reflexiones de un colonizado

Una reflexión personal de Jorge Oscar Marticorena

-----------------------------------------------------------------------------------------

En los años que viví en Europa, me aficioné a visitar monumentos del arte gótico. Estos paseos se iniciaron una noche en Paris, cuando una amiga me invitó, poco después de mi llegada, a visitar el Barrio Latino. Me hizo recorrer esas callejuelas estrechas y llenas de meandros hasta llegar a una esquina desde donde pude, de pronto, ver a la Catedral de Notre Dame.

Supe que era Notre Dame. No tuve ninguna duda. Muchas veces había visto las fotos de esa construcción. Sabía algo sobre el gótico porque tuve la suerte de encontrar, en el colegio secundario, un profesor de historia del arte que nos explicó los cómos y los porqués de ese estilo. Pero la dificultad con que me encontré para asimilar la sorpresa, la emoción, el placer de verme a mí mismo en ese lugar, contemplando esa belleza cargada de siglos de historias, me inmovilizó. En ese momento, solo podía mirar y ser feliz. Mi amiga se acercó, divertida. Me preguntó qué me parecía. Y yo solo pude murmurar

- ¡Es fantástica!

Este fue un comienzo, pero no fue “el” comienzo. Toda mi educación secundaria transcurrió en un colegio de élite. Ingresé después a la Universidad de Buenos Aires que, con sus más, sus menos, sus impulsos y tropiezos, me enderezó hacia el camino de la búsqueda de la excelencia. Camino en el que me perdí varias veces, pero que retomé casi por casualidad al incorporarme a mi último lugar de trabajo, la Comisión Nacional de Energía Atómica.

Estando allí, me enviaron por un año a Paris, ciudad de mis sueños y fantasías, a trabajar en un centro de excelencia donde aprendí algunas cosas. Pero, visitando catedrales, museos, castillos y palacios, hermosas ciudades muy antiguas, y también las huellas horribles de la guerra en los campos de Verdun, asimilé ideas bastante valiosas. Una, la más importante, fue que no soy, ni quiero llegar a ser europeo, y que aunque lo quisiera no lo lograría, porque ya soy esencialmente otra cosa: argentino.

La otra idea fue que me faltaba bastante para entender qué significa esa identidad.

Cuando uno vive, va viviendo. Quizá, sin saberlo, rutinariamente. Quizá desordenadamente. Muchas veces corriendo tras figuritas de colores cambiantes, ilusiones carentes de nobleza. Juntando mucha basura y, alguna vez, una joya extraña.

Hasta que, como por casualidad, se llega una experiencia integradora. Eso me pasó en un cine de Paris, viendo una película que resultó ser el empujón que me lanzó a un proceso que aún sigue, el de la construcción de mi identidad de argentino.

La película se llama La Hora de los Hornos. La realizaron Octavio Getino y Fernando Solanas. Si quisiera describir lo que sentí en términos ampulosamente clásicos, diría que fue una experiencia de iluminación. Poniéndolo en un lenguaje mucho más llano, digo que me avivé de cuánto chamuyo me había creído hasta entonces.

Pensando, leyendo, volviendo a pensar, conversando. Caminando muchas calles. Entrando a casas, alguna palaciega, algunas villeras. Arriesgándome, algo o mucho, nunca lo supe muy bien, en la militancia. Participando en una realidad que antes veía de lejos, con temor y rechazo. Así aprendí que era un colonizado, y lo difícil que es dejar de ser a la vez producto y víctima de un sistema colonial. Víctima privilegiada, por haber sido incorporada, a través de un largo proceso de entrenamiento, a una elite. Pero víctima. Y lo que es más triste, víctima enamorada del colonizador. Víctima preparada para representar al colonizador, para trasmitir el vasallaje.

Lo peculiar de estas historias es que nuestros colonizadores, a lo largo de procesos propios, fueron cambiando, ellos y sus estrategias. Y los vasallos, gracias a la sólida cultura que asimilamos, hemos ido transfiriendo nuestra dependencia a los nuevos amos.

¿En qué estoy, en qué estamos hoy? Soy uno de los muchos que, a través de procesos trabajosos y hasta dolorosos, hemos construido estas convicciones liberadoras.

¿Está todo bien, entonces?

Pienso que no, por dos motivos. Esa construcción cultural a la que fuimos sometidos desde la infancia es como una infección que ha invadido todo nuestro espíritu, anidando en él de modo tal que, si no estamos alertas, más de una vez reaparece y dificulta la distinción clara de los objetivos nacionales. Me ha ocurrido más de una vez, encontrarme con compañeros menos educados que, por no haber sido tan preparados para la dependencia, veían con más claridad por dónde pasaba el camino a la independencia.

El otro motivo es que me disgusta abandonar amores tan grandes. He preferido emprender el difícil camino hacia la síntesis de mis dos culturas, la argentina y la europea. Sintiendo que, además, me atraen otras menos afines, pero también cargadas de riqueza.

Cuando escribo un ensayo como éste, prefiero ser breve. Pero todo ensayo, todo texto, debería tener un final adecuado. Las palabras que siguen pretenden serlo.

Como objetivo actual de mi vida intelectual quisiera repetir un hermoso y arriesgado pensamiento renacentista: “Que nada de lo humano me sea ajeno”

martes, 7 de agosto de 2012

¡Felicitaciones Dr. Rubén Marigo!

El Dr. Rubén Marigo fue designado por unanimidad por el Consejo de la Magistratura en su sesión del 21 de junio pasado como Juez de la Cámara Laboral en reemplazo del Juez saliente Dr. Ariel Asuad



Desde nuestro espacio queremos expresar nuestra gran alegría por la merecida designación del Dr. Rubén Marigo como Juez de Cámara de la Cámara Laboral de nuestra ciudad. Nos parece sumamente importante que un abogado que dedicó su larga trayectoria a la defensa de los sectores más vulnerables de la población en cuanto a sus derechos humanos y laborales llegue a estas instancias. 

Queremos destacar aquí una de sus frases en la ceremonia de asunción: “espero no defraudar en mis decisiones, mis convicciones políticas, sociales y jurídicas. Mi postura en este sentido es clara, y dentro del Derecho Laboral voy a ser imparcial pero no neutral”. 

Estamos convencidos que desde la Cámara Laboral, así como antes lo hiciera desde su rol de abogado, continuará ejerciendo su profesión para beneficio de los trabajadores y de la población en general.