Tomás compartió vivienda con Lucas Muñoz desde que él llegó a Bariloche en octubre de 2015. Desde el primer momento vivió la angustia por su desaparición y su vida cotidiana sufrió cambios profundos incluidos "cuatro allanamientos, gendarmes, declaraciones, diligencias judiciales y consultas periodística".
Copio aquí algunos párrafos de esta entrevista. Me parece importante recuperar esta mirada sobre Lucas cuya imagen ha sido bastardeada por alguna prensa que indaga primero sobre la culpabilidad de la víctima en lugar de focalizarse en la búsqueda de sus asesinos. Nos recuerda aquellos momentos trágicos de nuestra historia donde la desaparición de personas era explicada por amplios sectores de la sociedad con la frase "por algo será, algo habrán hecho" y así podían, descartada la inquietud, mirar para otro lado.
(...) “Me llamó por teléfono para contarme que se había convertido en oficial, y que lo trasladaban a Bariloche. Le dije que en casa había lugar”, cuenta Tomás a CIC. Se conocieron en el año 2005. Fueron compañeros del Profesorado de Educación Física en la Universidad Nacional del Comahue, en Bariloche. Tomás es de Sierra Colorada y vive en la ciudad desde hace 12 años. Compartieron muchos momentos íntimos y complicidades.
(...) En la casa vivía Lucas –a quien apodaban “Pato”-, junto a Tomás, su prima Vanina, y un cuarto compañero, Héctor –estudiante de Letras-, que compartía habitación con el oficial asesinado. “¡¿Pensando?! Nada, no sé qué mierda pensar… sólo que las puertas de la casa están abiertas para tu vuelta… amigazo. Sólo una señal te pido, sólo una…” Escribió Héctor en el muro de su Facebook el pasado 19 de julio, a 5 días de la desaparición de Lucas.
(...) [Tomás] veía a su amigo Lucas “como un policía nuevo”. Es que no cumplía con el estereotipo: se recibió de la escuela de policías a los 27 años; se puso a la par de pibes de 18 años, y promocionó como abanderado. Por el rango que ejercía –oficial ayudante- no era un policía temerario, era uno de escritorio.
(...) Lo bueno es que la gente ya no les cree nada –a los medios-, los abogados nos habían advertido que iban a querer ensuciar a Lucas, que nos preparamos para defenderlo porque él no iba a poder. Pero no pensé que iba a ser tan rápido, creí que primero iban a encontrar algún culpable.
(...) Hace algunos días, la Universidad del Comahue convocó a una charla sobre el caso Lucas Muñoz. Sentados en círculo, alumnos, ex compañeros de Lucas, profesores y trabajadores debatieron el rol de la universidad ante casos como el del policía asesinado (...) una profesora expresó que, generalmente, incorporarse a las filas de la Policía en Río Negro es la única opción económica válida para muchos jóvenes desclasados, pero, nunca es una alternativa para la clase media. Ningún joven rionegrino de clase pudiente anhela con convertirse en policía. Ese análisis, trae a cuadro la vieja discusión sobre la necesidad de profesionalización de la policía, la supresión de la lógica del autocontrol y la tendencia a autonomizarse, la descentralización de la fuerza e inserción comunitaria, y la deconstrucción de la Institución. Una de las deudas de la democracia (...)
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Hemos querido agregar a la emotiva entrevista a Tomás Raile un homenaje de nuestro espacio Carta Abierta Bariloche por medio de esta composición fotográfica de nuestra compañera Natalia Buch. Es un homenaje a Lucas Muñoz y también, y con admiración, a su familia y amigos que no flaquean ni abandonan su reclamo por justicia.
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