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miércoles, 5 de agosto de 2015

Los Desaparecidos del Instituto Balseiro

En el marco de la conmemoración del 60° aniversario de la fundación del Instituto de Física de Bariloche, hoy Instituto Balseiro se realizó un homenaje a los egresados del Instituto desaparecidos  y asesinados durante la dictadura cívico-militar que imperó en nuestro país entre 1976 y 1983. El acto, iniciativa del actual director del Instituto Ing. Oscar Fernández, consistió en la plantación de árboles recordando a Antonio Gentile (promoción 1959), Eduardo Pasquini (promoción 1864), Susana Grynberg (promoción 1971) y Manuel Tarchitzky (promoción 1972). 

Fué muy emotivo. Reunión de ¡ compañeros de los 70s ! Mostraremos algunas cosas que pasaron.



Apertura del acto

 Estuvo a cargo del Ing. Oscar Fernández, director del Instituto Balseiro. Habló del acto simbólico de plantar un árbol, plantar vida en homenaje de la vida arrebatada

A continuación habló María Teresa Causa, colaboradora en la organización del evento, haciendo un poco de historia.

60º aniversario de la fundación del Instituto Balseiro: 
creación de un espacio para la memoria


Palabras de María Teresa y la bandera con nuestros desaparecidos


Buenos días. Gracias a todas y todos por estar aquí donde en coincidencia con el 60 aniversario del Instituto hoy vamos a recordar a Antonio Gentile, Eduardo Pasquini, Susana Grynberg y Manuel Tarchitzky. Ellos, como yo y como muchos de los que están aquí, estudiaron en este Instituto y pasaron aquí años importantes de sus vidas. Pero no pudieron concretar sus anhelos porque sus vidas fueron truncadas tempranamente por la más feroz dictadura del siglo XX en nuestra región.

Frecuentemente me han preguntado ¿por qué recién ahora este homenaje? Esta pregunta requiere mirar hacia atrás, hacer un poco de historia. Algunos recordarán que al volver la democracia se comentaba “En Bariloche no pasó nada en la dictadura. Bueno, si, está el secuestro de Juan Herman. Pero él militaba en otra parte y solo estaba visitando a sus padres” Este relato se fue haciendo sentido común en nuestra ciudad y también en el Centro Atómico si bien,  en la década del 90 muchos recordábamos a los “desaparecidos de CNEA” marchando los 24 de marzo tras una bandera que listaba sus nombres, compañeros que respetamos y extrañamos. Sin embargo nuestros egresados no estaban incluidos con la excepción de Susana Grynberg que trabajó en Constituyentes. También estaba quien hubiera sido mi jefe de tesis Antonio Misetich con vínculos muy estrechos con Bariloche. En definitiva se trataba de un reconocimiento a trabajadores de dependencias de CNEA en Buenos Aires propiciado por sus compañeros.

Aquí, tuvimos que esperar al siglo XXI para rebatir el “aquí no pasó nada”. Hasta que se dio una serie de circunstancias (sería largo contar) y un día me sorprendo con una invitación a integrarme a un pequeño grupo de estudiantes y profesores que estaba ya trabajando sobre los egresados del Instituto víctimas de la dictadura. Surge así el encuentro realizado el 23 de marzo del 2012 donde, finalizado el “coloquio de los viernes”, ocupamos el salón de actos y colocamos la placa que se puede ver junto al Aula Agudín en el Pabellón Guido Beck, el de las “aulas viejas”.

En los años posteriores se continuó avanzando por este camino del reconocimiento.

  • Se institucionalizó la realización de una charla anual a cargo de personalidades de los DDHH de la Argentina en el horario del “coloquio de los viernes” más cercano al 24 de marzo. 
  •  Se fabricó la bandera con las fotos de nuestros desaparecidos que hoy desplegamos y que llevamos a las marchas de los 24 de marzo en Bariloche. 
  • Se construyó el blog “homenajeib” http://homenajeib.blogspot.com.ar/ que es permanentemente actualizado siguiendo los juicios, las búsquedas, comentando las películas que atañen a nuestros desparecidos.

Estas acciones llevaron a que las historias de nuestros compañeros trasciendan los límites del Instituto y mucha gente se interesara por las mismas y se pusiera a trabajar sobre ellas. Me quiero detener aquí para poner en relieve el trabajo de Jimena Palópoli de la delegación Bariloche de DDHH de Río Negro y de Lorena Velázquez de CONADI (Comisión Nacional sobre el Derecho a la Identidad) que investiga el caso de Susana Grynberg.

De hecho, nuestros desaparecidos del IB pertenecen ya a nuestra ciudad integrando un grupo de once víctimas relacionadas con Bariloche y su zona de influencia. Fue para mí un momento muy emotivo cuando, el 24 de marzo pasado, jóvenes de la ciudad presentaron a la población reunida en el Centro Cívico las imágenes de Antonio, Eduardo, Susana y Manuel y contaron sus historias.

El hecho de inaugurar hoy un espacio para la memoria dentro de nuestro campus es un agregado importantísimo a todo lo demás. Me parece muy apropiado el lugar, esta plazoleta entre las aulas cerca del lugar donde descansan los restos del fundador de nuestro instituto Dr. José Antonio Balseiro. Lugar que invita a detenerse y quedarse un rato, donde se reúnen los estudiantes para estudiar o la gente que trabaja aquí para un picnic improvisado. Es importante que la memoria de nuestros desaparecidos forme parte de nuestra vida cotidiana y la de las generaciones futuras que se integren al Centro Atómico.

Gracias a Oscar Fernández por esta iniciativa. Y en tren de agradecimientos también quiero reconocer el trabajo de Aníbal Blanco y su programa “El Balseiro en Nacional” (sábados 10 hs) por dedicarle ya varias emisiones a los DDHH y la militancia estudiantil en el Instituto Balseiro.

Antes de finalizar quiero recordar que hubo otras víctimas del Balseiro. Los que estuvieron presos y sobrevivieron como Elena Sevilla y Máximo Victoria, también los que debieron exiliarse. Ellos fueron obligados a dejar atrás sus proyectos de vida y sus afectos.

Entonces, digamos ahora en esta plazoleta los nombres de nuestros compañeros, gritando fuerte a los 4 vientos

Antonio Gentile,  Eduardo Pasquini, Susana Grynberg,  Manuel Tarchitzky, 

PRESENTES... AHORA Y SIEMPRE



María Teresa Causa, 3 de agosto de 2015

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Contribución de Araceli Goye

Araceli participó de nuestra actividad acompañando a su padre Edgardo "el colorado" Goye que fue militante en los 70s.






Araceli Goye, izquierda arriba.  

A la derecha, ella misma en el acto oficiando de fotógrafa. 

A la izquierda, abajo, tres militantes de aquellos años reunidos para honrar a los compañeros







Hoy fue un día de esos que te parten al medio. Estuvimos presentes en el Homenaje a los compañeros desaparecidos en la dictadura del 76, graduados del instituto Balseiro. Se colocaron placas conmemorativas y se plantaron 4 árboles, la vida representando a la ausencia... 

"Quiero agradecer la iniciativa porque es el primer pedacito de tierra donde va a estar mi papá" dijo una de las hijas de uno de los compañeros homenajeados.

No puedo describir los encuentros, las caras, las sonrisas, las miradas de complicidad... Las lágrimas, el orgullo,LAS CANAS!! casi me matan de amor... 

Una vez más, nuestra ciudad me sorprende con pedacitos de nuestra historia que nos han silenciado y es nuestra obligación visibilizar... por que nos mintieron, por muchos años nos dijeron que Bariloche tuvo un solo desaparecido, que sólo lo chuparon porque militaba en otra ciudad... Y no es así. Gran parte de la Regional 7ma (entre ellos mi papá) estuvo acompañando la actividad con profunda emoción, recordando a los compañeros que ya no están...

Quiero agradecer a lxs compañerxs que se pusieron al hombro esta actividad tan importante, y gracias por invitarnos, 'las cosas de la militancia' como me dijo una compañera mientras me daba un abrazote. 

Hoy me rebotó en la cabeza todo el día la consigna "La sangre derramada no será negociada", y no puedo dejar de relacionarla con esta otra: "No nos han vencido"

30.000 Veces Venceremos.

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Las historias de Antonio, Eduardo, Susana y Manuel pueden verse en el blog  http://homenajeib.blogspot.com.ar/

También en éste, nuestro blog de Carta Abierta Bariloche, y en relación con este tema hemos publicado varios artículos a los que se puede acceder buscando con las palabras claves "Derechos Humanos" y "Los años 70"

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Acotaciones.
Sobre el "aquí no pasó nada en la dictadura".  Se aplicó a Bariloche en los albores de la democracia, aún cuando se sabía del secuestro de Juan Herman.  Estoy convencida que fue la excelente película de Carlos Echeverría "Juan como si nada hubiera sucedido" estrenada en nuestra ciudad en 1987 la que hizo trascender este hecho y ya nunca más se pudo decir "en Bariloche no pasó anda".  Me acuerdo cuando vi la película dentro de un festival anual de cine argentino (me parece). El ambiente del cine, esa impresión de que veíamos algo subversivo.  La transición de la dictadura a la democracia tuvo su tiempo.  No nos sentíamos como habiendo readquirido todos nuestros derechos el día 10 de diciembre de 1983.

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