Encabezado de la columna de Horacio Verbitsky de hoy en Página 12
Pareció interesante comentar aquí la visión de alguien que pertenece al mundo de las finanzas, que hace negocios comprando/vendiendo bonos de deuda (entre otras cosas). Desde su posición, proclama su apoyo al proyecto de ley enviado al Congreso para declarar de interés público “la reestructuración de la deuda 2005-2010 y su pago soberano local a la totalidad de los acreedores, en condiciones justas, equitativas, legales y sustentables”.
Tengamos en cuenta que esta persona no es un patriota, no le interesa la soberanía y el bienestar del pueblo argentino, le interesan sus negocios y considera que Argentina es una excelente plaza para sus inversiones. Desde ese punto de vista es que apoya las acciones del gobierno. Diríamos que estamos en presencia de un aliado de coyuntura, algo así, ¿no? Sus argumentos para situarse en este lado de la contienda judicial parecen sólidos. Nos parecen sólidos -obviamente- en un análisis no experto ya que rápidamente estamos siendo obligados a entender un montón de cosas del mundo de las finanzas que -evidentemente- ¡no es homogéneo!
Algunos párrafos del artículo:
Algunos párrafos del artículo:
(...)
–¿Buscarían que un juez belga diga que Griesa no tiene autoridad sobre empresas de ese país?
–Sí. Pero también vamos a apelar en Estados Unidos y en Londres todas las decisiones ilegítimas que nos afectan. La solución de fondo es pasar a un plan local. Le recuerdo a qué velocidad el mercado absorbió los bonos emitidos para pagarle la indemnización a Repsol. Hay muchos inversores dispuestos a hacer negocios bajo la ley local porque es indudable la solvencia de la Argentina y la voluntad de pago de su gobierno. Griesa podría seguir entrometiéndose y prohibir que ingresen al nuevo canje los fondos de inversión sobre los cuales puede imponer la jurisdicción de Nueva York. Pero nada podría hacer ante una emisión de deuda interna en la Argentina, para la cual no hay obstáculos de mercado, el mercado quiere una solución y esa nueva propuesta no violaría la cláusula de pari passu bajo ninguna de sus interpretaciones posibles. No es lo mismo evadir una orden de no pagar que canjear los títulos por un bono doméstico. Los hold-outs representan 7500 millones de dólares, de los cuales sólo la mitad entró en litigio. El resto prefirió vender, y así fue que nosotros seguimos comprando. Algunos querrán ver qué pasa en enero, cuando venza la cláusula RUFO e incluso habrá quienes decidan esperar a 2016, con la esperanza de que gobierne Macri y les pague todo lo que piden. Aun así el canje local sería exitoso, porque restablecido el orden y la cadena de pagos por el actual gobierno y si el 85 por ciento lo acepta, el resto estaría obligado por la cláusula de acción colectiva. El resto de los holdouts ingresarían al canje, Singer y Griesa quedarían aislados y ése sería el momento de negociar la solución definitiva.
(...)
Los economistas y "especialistas" que militan en la oposición política en la Argentina conocen seguramente todos estos argumentos. Sería bueno que explicaran públicamente y de manera que todos podamos entender, cuáles son las razones por la que ellos no los toman en cuenta. Hasta ahora se conforman con situarse simplemente en la vereda de enfrente a la del gobierno acusándolo -sin argumentar- de incompetencia, de improvisar, de negocios oscuros, de no acatar las decisiones judiciales y otras expresiones por el estilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario