El trágico fallecimiento del Gobernador Carlos Soria a los 21 días de iniciar su mandato ha provocado evidentemente una conmoción tanto en el ambiente político de la Provincia como en la población en general. Intento, con este comentario, contribuir a la continuación del proceso que se ha iniciado con el triunfo del Frente para la Victoria en las recientes elecciones
Toda campaña política preliminar a cualquier elección es esencialmente una lucha por el acceso al poder. Esa competencia por el poder empieza en el seno de cada agrupación, línea o sector partidario. De esa competencia surgen los precandidatos, que luego deberán competir entre sí para definir las candidaturas de cada partido para los cargos que se eligen. Este proceso lo acabamos de vivir, y sus idas y vueltas, definiciones, afirmaciones, negaciones y tantas otras maniobras, operaciones, negociaciones y golpes de efecto deben estar aún frescos en la memoria de todos cuantos trataron de seguirlos y entenderlos.
Pensando en todo esto, se me ocurre describirlo como una lucha entre diferentes especies de peces, todos predadores, grandes y chicos, fuertes y débiles, que tratan de devorar sin ser devorados, en condiciones tan duras de supervivencia como las que imponen la necesidad vital de sobrevivir alcanzando algún cargo.
Lo particularmente interesante en esta situación que aparece como consecuencia del fallecimiento del Gobernador, es que ese proceso que intento describir con una metáfora posiblemente burda y hasta grosera, puede probablemente reiniciarse en la definición del gabinete del nuevo Gobernador. Puede ser que Weretilnek acepte algunas de las decisiones de Soria sobre los miembros del gabinete, pero no sería extraño, y estaría en su derecho, si cambiara otras.
Volviendo a la metáfora, es muy posible que en la superficie de este complejo y turbulento mar que es la política provincial no se noten mayores perturbaciones, pero temo que en la fauna de tiburones y pececitos que pulula en aguas profundas empiece un nuevo capítulo de la lucha por la supervivencia.
Entonces qué?
La política es así?
No se puede hacer nada y seguirá repitiéndose la historia?
Pienso que no tiene porqué ser necesariamente así. Que los ciudadanos que nos consideramos motivo, objeto, y protagonistas masivos de la política, tenemos en este momento en que la oportunidad de un cambio importante en la historia de Río Negro aparece como posible, una responsabilidad crítica e indelegable para lograr que los remedios constitucionales para esta situación se apliquen en tiempo y forma adecuados, y con el mínimo posible de conflictos.
El triunfo del Frente para la Victoria es reciente, todas las oportunidades siguen abiertas, no es el momento y sería estúpido iniciar una nueva lucha por el poder.
Estos pensamientos son más que nada una expresión de preocupaciones basadas en experiencias del pasado. Desearía que, lo antes posible, la realidad me demuestre lo equivocando que estoy.
Jorge Oscar Marticorena
Cuan cierto lo que dice Jorge, el fallecimiento de Soria, persona sobre la que recayó a mi parecer la candidatura a gobernador más por necesidades de superación del radicalismo que por la apertura hacia un proyecto efectivamente nacional y popular y sobre todo con la anuencia y el pedido -imagino- casi expreso de la presidenta; su deceso decía, implosionó en diferentes sectores del peronismo rionegrino, actitud que desde Bs.As. hubo de ser parada implicando el apoyo al vicegobernador que tomó el poder como lo dicta la constitución con todo el apoyo de la presidenta, que envió a Randazo y a Abal Medina y a algunos más como diciendo "muchachos arreglen el estofado para que funcione y no jodan", algo que claramente entendieron muchos que ya se iban de boca pidiendo una "nueva elección" por ejemplo.
ResponderEliminarPor otro lado, el hecho de subrayar y avalar los 20.000 despidos aparentes de Soria y la ley de minería a cielo abierto -que contrariamente a lo supuesto no genera grandes fuentes de trabajo- demuestran que la nación va a estar vigilando lo que se haga y ayudará en la medida en que se haga lo que la nación quiere (demasiado parecido a lo que sucedía con el fmi y la argentina antes no?) esto es grave porque la deuda provincial es inmensa, porque en la ciudad más grande de la provincia no se genera un polo industrial como sí se hace en otros lugares y porque a menor trabajo mayor asistencialismo y menos desarrollo de las capacidades productivas.
Me parece que se debe vigilar el desarrollo de este nuevo gobierno, que aún habiendo cambiado de "color político" expresa en algunos puntos, muchos de los que expresaban los radicales. Cuidado con la soja y los chinos, la minería y el achicamiento de la planta estatal de empleados. Uno echa gente cuando esa gente puede ser absorvida por la actividad privada, caso contrario se está aplicando el principio de eficiencia que es lo que aplica el neoliberalismo hoy en los países del norte y así les va....
Un fuerte abrazo.
Carlos Marasco