De nuestra compañera Natalia Buch
También es maravilloso lo que hay, a veces presente, a veces menos.
Este, fue un caso, que mezcladito con las emociones de fin de año estalló -valga la expresión en estos días- en un sentimiento de plenitud y trascendencia que es la que nos da la vivencia de que "la patria es el otro"...
Acto de fin de año. La Escuela 185.
Entra la bandera de ceremonias y todas esas formalidades que detestábamos de chicos. Himno. Sin ánimo patriotero. A mí ahora el himno me lleva a historia, a luchas, a compañeros, a dolores y emociones, a ideales, calle y esperanzas. Fundamentalmente me lleva a comunión y a este modo de la trascendencia que es la vida de la mano del otro.
Ni cantar pude, que a mí me puede la emoción. Mientras, la maestra de Fede, hacía payasadas para que no llorara como su madre y entonces él a las carcajadas.
María Elena Walsh, y su "Osías el Osito" con disfraces mínimos. Artificios que no escondían esa timidez de los primeros actos en infancia.
La escuela, es una escuela que tiene y contiene un montón de nenes y nenas integrados.
Carnavalito, Irina y su pañuelo con los colores de la diversidad. David, nene con síndrome de down elegido mejor compañero.
Y así el acto, terminó con la canción esa que dice "va a ser tan lindo hacer un puente, sobre el mar, todo para vos..." con dibujos como pancartas, instrumentos caseros e idioma sordomudo.
Escuela es sólo un cachito mínimo de patria.
Con ésta entendí claramente por qué algunos han intentado y siguen intentando destruir la educación pública.
Con ésta, comprendo todos los días aquello de que "la patria es el otro".
Y viva la patria compañeros que no es milico o policía, ni es escudo y uniforme:
que es la mano calentita del otro en nuestras manos!
Por un buen año y a seguir construyendo los puentes más hermosos para todos!
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