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viernes, 4 de octubre de 2013

Ideas Para Definir Estrategias y Tácticas de Desarrollo Económico – Social - Tecnológico.




Resumen

Este escrito responde a la necesidad de establecer parámetros de referencia que permitan definir claramente el interés nacional en el análisis de los hechos concretos que se someten a la discusión de los representantes de la ciudadanía.



Autores: 

Lic. Jorge Oscar Marticorena, Ex Pte. Invap, Ex. Dir. CNEA. 
 Ing. Bruno Capra. Directivo C.E.E.N, Ex empresario.


Introducción.


    • Quienes compartimos las ideologías que se definen por la defensa de los intereses nacionales y populares, y que nos hemos dedicado al análisis de las necesidades de desarrollo económico, social y tecnológico de Argentina, entendemos que para lograr este desarrollo es imprescindible y urgente un trabajo muy serio y profundo de planificación. Esta es una idea que ha sido bien analizada y demostrada por los analistas del campo nacional y popular. La base de esta necesidad está en el hecho que a mayor planificación, mejores resultados se consiguen por unidad de tiempo.
    • La definición y aplicación de estas estrategias a nivel nacional requiere la aplicación de diversos conocimientos, pero la base de estas decisiones es siempre política. El proceso de decadencia histórica sufrido por Argentina no se debió a falta de planificación estratégica, sino a una planificación estratégica pensada con el objetivo de destruir las condiciones de igualdad logradas durante los dos primeros gobiernos del peronismo y desmañadamente defendidas en los breves períodos de gobiernos constitucionales que siguieron. Pensamos que los diez años de Menem fueron particularmente eficaces en la aplicación de esta política de planificación antinacional y antipopular.

     Criterios políticos básicos a tener en cuenta.

    • Las dificultades empiezan a manifestarse cuando se trata de delinear criterios básicos que sirvan como marco de referencia para ese trabajo de planificación. 
    • Propondremos dos, que pensamos que pueden ser dos ensayos de coherencia y congruencia con los intereses nacionales y populares.


    Criterio I. 


    • Creemos que se puede proponer y desde nuestra concepción política, defender con mucha propiedad, la utilidad de aplicar a este tema el concepto de las tres banderas del peronismo, que definen como objetivo de la acción política la construcción de una Argentina, socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana. 
    • Se trataría entonces de utilizar estos tres apotegmas como piedras de toque para le evaluación política y práctica de cualquier propuesta de desarrollo económico – social y también tecnológica, en términos globales y en términos particulares o de despiece si se trata de bienes físicos.
    • Esta síntesis de los objetivos básicos imprescindibles en cada decisión de gobierno resulta un entramado muy fuerte de tres ideas íntimamente relacionadas.
    • La justicia social es una base que da sentido a toda organización social. Pero si el país es económicamente dependiente de otros países, como lo ha sido durante buena parte de su historia, es extremadamente difícil que sea socialmente justo. Por otra parte, la carencia o debilidad de estas dos condiciones, hará muy difícil el ejercicio de un poder nacional soberano.
    • Toda planificación y toda decisión que se tome durante el planteo de la planificación, debería ser sometida a un análisis de congruencia reiterado en el tiempo, que compruebe si esas decisiones y acciones contribuyen y cómo contribuyen, a esos objetivos generales.
    • Esta propuesta puede quizás parecerle a algunos una tarea superflua o fácilmente realizable. La experiencia tratando de aplicar este criterio en el campo de la energía nuclear y de la industria metalúrgica, eléctrica y electrónica, nos ha convencido, por un lado de su complejidad, y por otro, de la riqueza de los resultados a los que es posible llegar por los sucesivos replanteos a los que el análisis obliga una y otra vez. Si esto es así en el campo de las aplicaciones de las ciencias duras, en el campo político su realización se vuelve más compleja, pero por la misma razón más necesaria para la creación de “patrones de razonamiento en temas complejos”

     Criterio II. 



    • Consideramos muy importante, como base del diseño de un plan de desarrollo económico – social – tecnológico, el de la definición del nivel crítico de independencia que el país necesita asegurarse para alcanzar y mantener el logro de cumplir con el criterio de las tres banderas.
    • No tiene sentido pretender que la Argentina desarrolle autónomamente todos los bienes o las tecnologías que necesite, ya que es muy probable que diversas cosas puedan adquirirse sin poner mayormente en riesgo ni la justicia social, ni la independencia, ni la soberanía. Definir por dónde pasa, en cada caso y en cada momento, ese umbral mínimo necesario de independencia, es una tarea importante, pero seguramente nada sencilla, ya que estas decisiones no se pueden tomar una vez y para siempre. Los cambios que seguramente se irán produciendo durante el avance, las condiciones económicas internas y externas que seguramente evolucionarán, los cambios políticos nacionales e internacionales y sus consecuencias sociales y culturales, toda la imprevisible historia futura, requerirán actualizaciones apropiadas en la evaluación de ese umbral, para cada caso. 

    • Para poder afrontar con seriedad esta tarea común, sería necesario contar con la colaboración de grupos multidisciplinarios que incluyan, por lo menos y para empezar, a tecnólogos, economistas y analistas políticos. Y si se está de acuerdo con la idea de las actualizaciones periódicas durante un tiempo prolongado, sería conveniente organizar un sistema adecuado para asegurar la realización de esas evaluaciones.

    Un ejemplo interesante
    • Existe en nuestra historia del desarrollo tecnológico un caso que inició un cambio conceptual y político en la forma de manejar proyectos de adquisición de tecnología extranjera. Se trata de la compra a la empresa alemana Siemens de la Central de Atucha 1.
    • Al negociarse el acuerdo de provisión de la Central, se establece que un 35% del monto del proyecto será adquirido en Argentina, y que el resto será provisto por Siemens, y además que la definición de los ítems que proveerá cada parte será una decisión argentina. Y así se realizó, y como CNEA fue, en la realización del proyecto, la responsable de la definición de las partes que serían nacionales y las que no , resultó finalmente que fueron empresas argentinas las responsables de la provisión de componentes muy avanzados tecnológicamente .
    • Así, se da la paradoja que la integración aparente de esa central superó el 50% del total de la provisión. Como el contrato limitaba el volumen nacional posible, se resolvió que las provisiones simples, tales como carpintería de obra, pintura, cables comunes, artefactos de iluminación y tantos otros se importaran, para dar lugar a la importación establecida en el contrato. Con el poder de compra se abrió la caja negra de muchas tecnologías que en ese entonces eran desconocidas para nosotros.
    • Siemens aceptó estas condiciones porque, considerando el largo plazo, nuestro país le interesaba como cliente. Argentina entendió eso y supo también considerar el largo plazo, que aún con todas las frustraciones y laberintos históricos que hemos debido sortear, nos ha depositado en esta realidad que hoy vemos.
    • Esta es una riquísima historia que debería escribirse. Es, claro, otra de las historias que nos debemos.


    Conclusión.
     
    • Este ensayo pretende ser una guía ilustrativa de los criterios a utilizar para trazar un camino que se puede emprender para el desarrollo económico – social y tecnológico de Argentina. 

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