Sobre la política exterior en la DÉCADA GANADA y como se respondió a la humillación y a la prepotencia. Columna de Luis Bruchstein en Página 12:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-223843-2013-07-06.html
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Actualización 20/07/2013
Nos pareció pertinente la inclusión aquí de las palabras de nuestra presidenta durante su visita a Bariloche el día 4 de julio, apenas ocurrido el atropello a Bolivia por parte de países de la Unión Europea.
Aquí, tramos de ese discurso, donde casi en diálogo con los militantes responde al cántico
EVO SI, COLONIA NO.
... Bueno, a Evo lo voy a ver dentro de un rato, porque después de acá, en Bariloche, voy directo a Cochabamba, a desagraviar al compañero Morales, a los pueblos originarios, al pueblo de Bolivia de esta verdadera afrenta y humillación. (APLAUSOS). Pero, bueno, ya sabemos cómo son; lo importante… yo creo que todos los que estamos acá sabemos cómo son.
Si se me permite una digresión, después sigo con el Balseiro, no te preocupes Norma que voy a contar todo, Norma está ahí diciendo: “contá todo lo que hicimos y esto y lo otro”. Pero si se me permite una pequeña digresión porque fueron ustedes los que bueno levantaron a Evo, por esta terrible humillación, esta terrible cosa que le han hecho y si se permite una cosa decir, ¿no? Porque la verdad que nosotros tratamos a todo el mundo con mucho respeto. Tenemos en nuestros lugares, en nuestras provincias sitios donde no sé frente a la Casa de Gobierno, por ejemplo, está la Plaza Juan de Garay, que recuerda a quién fundó la Ciudad de Buenos Aires, a la segunda fundación de Buenos Aires, en 1580. Y la verdad que queríamos y queremos trasladar la estatua de Cristóbal Colón para instalar – al lado de la Casa Rosada – donde están representados todos los argentinos y también la historia de los argentinos, que costó mucha sangre a muchos patriotas y queremos poner ahí a la Juana Azurduy, a esa heroína de la independencia, que además – miren lo que son las cosas – yo digo que el mundo es redondo, pero en la Argentina es más redondo que en cualquier otra parte. Y digo la Juana Azurduy, que nació en Bolivia, y sus restos están en Bolivia – yo los visité – junto con la Bandera Macha, la verdadera bandera, la de Belgrano, que está en Bolivia y que Evo no nos la quiere dar, ni la va a dar, pero está ahí y la cuidan en el Museo, y respetamos. Porque, además, estando allí es también como si estuviera, aquí, en casa, la sentimos propia. Pero, fíjense, cuando queríamos y cuando queremos cuidar la estatua, porque no pretendemos tirar la estatua. Las estatuas no se tiran abajo, las estatuas se cuidan, se restauran y se trasladan hacia otros predio, porque creemos que en el lugar de la Casa Rosada, que es la casa de todos los argentinos, tienen que estar o tiene que estar representada por los que lucharon y dieron su vida por la independencia de los países de la región: de nuestro país, de Chile, de Bolivia. Por eso, no es una decisión caprichosa, la Juana Azurduy, en la Casa Rosada, es la reivindicación de los patriotas, de los próceres.
Y bueno, la verdad que cuando uno ve lo que le hacen a Evo, en Italia, cuando vienen a reclamarnos por algo y en Italia no dejan pasar a un gobernante por su espacio aéreo, o en Francia, o en España uno siente como si cinco siglos no hubieran pasado y todo siguiera igual, un poco más disimulado y más encubierto, porque muchos medios que por allí se rajan las vestiduras con estás cosas tratan de decir que en realidad hubo una equivocación, hubo un desperfecto técnico. Ni equivocación, ni desperfecto técnico; como hace cinco siglos quisieron someternos, una vez más a humillación y vasallaje. (APLAUSOS).
Me tocó hablar con Evo, muy tarde, por la noche y me dijo: “No voy a permitir que revisen el avión. Yo no soy un ladrón, a mí no me van a tratar como un ladrón. Soy un presidente y me van a respetar como tal”. (APLAUSOS). Así que bueno, quería decirlo y me gustaría que más argentinos levantaran la voz también para defender a nuestros próceres. No para bajar a nadie, ni destruir a los otros, pero para poner a los nuestros en el lugar que se merecen. Miren cómo nos tratan desde afuera, entonces – por favor – tratemos a nuestros héroes, a nuestra heroínas con respeto, con amor, que no significa negar a los otros, pero sí darles a los nuestros, a lo nuestro, a lo propio, a la Patria el lugar que merece en la Casa Rosada de los argentinos. (APLAUSOS). Y además cuidándolo, porque lo hacemos con mucho cuidado. (APLAUSOS).
Creo, me atrevo a decir, que pocos gobiernos han cuidado el patrimonio histórico y cultural de los argentinos como este gobierno. Cuando llegamos al gobierno la Aduana Taylor, que era un despojo de ruinas que se inundaba, lo que está pegadito a la Casa de Gobierno y que constituye el Museo del Bicentenario nadie le daba bola. Está es la verdad, estaba inundado. Fuimos nosotros lo rescatamos, logramos que los arqueólogos recuperarán todas las ruinas y hoy es un lugar, también, emblemático y maravilloso de la Ciudad de Buenos Aires.
Y también – dicho sea de paso – rescatamos el Siqueiros, esa obra del muralista mexicano que se la estaban por llevar de la Argentina y Néstor, con un decreto, la rescató y hoy, también, está en el Museo del Bicentenario. (APLAUSOS). Y estamos rescatando el viejo edificio del Correo y tantísimas obras que hacen a nuestra historia, a nuestra tradición...
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